lunes, 20 de febrero de 2012

Gracias... ¡100 seguidores!

Mis estimados lectores. 


Infortunadamente, los últimos días ha sido complicado navegar por el mundo bloggero. La última vez que lo hice tenía 93 personas que participaban en el blog. Y me he llevado una sorpresa enorme al entrar el día de hoy a mi morada virtual... ¡ya son 103 los seguidores!


Agradezco de todo corazón a todos mis lectores, tanto a los antiguos que estuvieron conmigo desde la primera entrada, que dio lugar al primer nombre del blog, como a los seguidores recientes que han estado conmigo desde la última entrada. Para mí cada uno de ustedes son muy importantes, y si tan solo uno no estuviera compartiendo mis gustos y placeres tendría una gran vacío en esta morada. Y para los que este sitio es completamente nuevo, reciban una cordial bienvenida ahora y siempre que les apetezca compartir conmigo mis letras. Siempre habrá un lugar para toda persona para quienes los amores de regencia, las obras austenianas o/y decimonónicas, las películas de época y la lectura sea su pasión.


También, muchas gracias por sus granitos de arenas en forma de comentarios. No ha importado que hayan sido breves o extensos, siempre y cuando lea sus palabras aún me siento como cuando este blog era recién nacido en la blogosfera. Además, infinitas gracias por los que me enviaron sus correos, independientemente si fueron inquietudes, sugerencias o unos elogios por el sitio.


Me alegra sobremanera que Jane Austen haya hecho posible la existencia de esta morada virtual.  Ella ha sido una de mis más grandes inspiraciones; gracias a ella tengo el a veces entusiasta y el a veces inútil sueño de ser escritora. Entusiasta a veces porque pienso que mis historias pueden llegar a la cima, e inútil porque a veces dudo de mis facultades, y pienso que jamás llegaré a compararme con la inalcanzable Jane. Entre ese entusiasmo y tal inutilidad existe un hilo sumamente delgado. 
Gracias a ella seguimos soñando con el odio-amor de Lizzie y Darcy, con el amor entre el capitán Wentworth y Anne que supera la barrera del tiempo, el razonamiento de Elinor y la emoción de Marianne, la versatilidad de Fanny Price, las fantasías de Catherine Morland con las que yo, personalmente, me identifico a grado extremo y la calidad de casamentera de Emma Woodhouse. 
Sencillamente sin Jane Austen no existirían tantos corazones apasionados...


Y como lamentablemente las palabras quedan en el olvido, me gustaría darles un regalo a cada uno de corazón. Espero que, los que puedan, lo luzcan en sus blogs. 


No me resta más que decir que espero tenerlos por mucho más tiempo, estimados y apreciados lectores...


Un abrazo y de nuevo... gracias,


Lady Jane

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